lunes, 8 de marzo de 2010

Estudios espeleológicos del Valle del Miera (I)



La primera noticia que tenemos acerca de la inquietud de los investigadores científicos en el valle medio del miera se remonta a finales del siglo XIX o principios del XX, cuando Agusto González Linares explora la Cueva de la Puntida y se interesa por su Paleontología. Es sin embargo, a principios del siglo XX cuando toma carta de naturaleza el interés científico por las cuevas del ayuntamiento de Miera entre la comunidad de estudios. En 1903 el P. Lorenzo Sierra descubre la Cueva del Salitre, en la que excava y descubre sus primeras pinturas; lo mismo hará Carballo en años posteriores. Alcalde del Rio descubrió sus pinturas finales.

Más tarde, en 1912, fue descubierta la Cueva del Rescaño (Llamada también de Mirones o de Rascaño) por Jesús Carballo, que inicia las excavaciones con J.R. Gómez Riaño, de Lierganes. En este citado año es relevado y sustituido por Sierra desde el Museo de Historia Natural, patrocinador de las excavaciones, que dirigía Hernández Pacheco. El sacerdote Paul descubre también la inmediata Cueva Bona, de asignación solutrense. Durante los años que median entre 1912 y 1921 sigue Gómez Riaño excavando en el Rescaño, en ocasiones acompañado de Sierra y las más de las veces en solitario (González Echegaray, 1981). Recuerdan los vecinos más ancianos una excavación a pico y pala en la que se esparcía la tierra en grandes cantidades ladera abajo desde la cueva.


A partir de una visita cursada en 1921 por Hugo Obermaier al Rescaño, en la que se le refirió que los vecinos extraían continuamente tierra del yacimiento para fertilizar sus tierras, este investigador reinicia una nueva campaña de excavaciones ayudado por J. y F. Riaño, emparentados con Gómez Riaño y también vecinos de Lierganes. Se extrajo el grueso del yacimiento principal.

En los años 50 no se retoman campañas de cierto alcance en el valle del Miera. En esta década, los camineros de la Diputación Leopoldo Berride y Francisco Maza, a instancias del ingeniero de la Diputación y miembro del Patronato de las Cuevas Prehistóricas de la Provincia de Santander García Lorenzo, prospectaron las principales cuevas inéditas del Miera. Se trato de una campaña sistemática en toda la provincia y entregaron a Jesús Carballo, fundador y ya director del Museo Arqueológico de Santander, un informe sobre una cueva, que después se llamaría Piélagos I, en el que se evidenciaba la existencia de restos de ocupación humana, que fueron depositados y expuestos al público en una de las vitrinas del Museo.


Desde al menos, 1961 en el Grupo Juvenil de Espeleología del Frente de Juventudes se realiza un fichero de cuevas de la provincia de Santander, reuniendo referenciadas extraídas de la bibliografía arqueológica clásica o dadas por grupos locales de O.J.E., maestros de escuela, etc. Para el municipio que nos ocupa envía la información el Grupo de Solares, mencionando varias cavidades de Peña Pelada, El Piélago, Salitre, Puntida, La Palenciana, Torca del Palomar y otras muy nombradas en el entorno. Totalizan 12 cavidades, aunque parece que solo algunas de ellas llegaron a ser visitadas.
En 1962 llega Miguel Ángel García Guinea como nuevo director al Museo Provincial de Prehistoria y Arqueología, tras la larga trayectoria de Carballo. El discípulo de Carballo, Joaquín González Echegaray y ostenta la corresponsabilidad en el órgano rector del Museo como Subdirector.


A partir de este momento, grupos de jóvenes colaboradores integramos dos colectivos de estudio que se mantenían a lo largo de tres décadas; el Seminario Sautuola, dedicado a la arqueología, y la Sección de Espeleología Sautuola de Santander, con mucha más estabilidad y trayectoria el ultimo. Se reabren las prospecciones en toda la provincia, siguiendo el camino trazado por el equipo de García Lorenzo y manteniendo una línea de continuas aportaciones que enriquece de nuevo el ambiente de la prospección arqueológica y organización espeleológica y enlaza con la situación actual.

Es el inicio de la atención sobre el patrimonio cavernícola del municipio de Miera, que se mantendrá a lo largo de 25 años sin pausas ostensibles.


1967, debido a los indicios de interés que los arriba citados materiales expuestos en el museo ofrecían, iniciamos una campaña de excavaciones en la Cueva de Piélago I que concluyen en Piélago II al comunicar José Gómez Cañizo la existencia de esta inmediata, pero oculta tras un resalte rocoso y abundante vegetación. Esta segunda cueva poseía un yacimiento más rico y potente; capitalizaría a partir de su hallazgo la atención de las dos campañas de excavación y pasa a ser el más importante asentamiento avilense investigado en Cantabria.


Fue también la Dirección del Museo la que sugirió a la Sección de Espeleología del Seminario Sautuola (S.E.S.S.) realizar una campaña de prospección arqueológica y de arte rupestre en el valle medio del Miera. Tuvo lugar en el verano de 1972 y, ante unos resultados previos negativos, los miembros de la S.E.S.S., optaron por realizar una revisión puramente espeleológica durante el año 1973, que se centro en los flancos del Rio Carcabal y dio como resultado la localización y topografía de quince cavidades horizontales y verticales.
A finales de este mismo año 1973 un nuevo grupo de personas tomamos el relevo y prospectamos en la mitad Norte del término municipal de Miera durante los dos años siguientes. Se localizaron y topografiaron 13 cavidades.

A finales de la década de los años setenta, esta zona Sub-Oriental del municipio de Miera seria cedida por la S.E.S.S. al G.E.S., del Club Alpino Tajahierro, cuyos miembros realizaron varias prospecciones y descubrieron otros nuevos puntos de interés, aunque no llegaron a realizar estudios globales importantes ni tuvieron respuesta positiva a su solicitud de ayuda a otros grupos españoles para profundizar en el macizo. Una solicitud del G.E.S. de ampliar la zona a toda la mitad Sur de Miera, en el año 1983 no recibió respuesta positiva por parte de la S.E.S.S., debido a las escasas aportaciones vertidas de su estancia en el macizo de Bordillas.


El 17 de Septiembre de 1978, el Grupo Espeleológico P.U.S.C.I.A.T.I.C.A., formado por; Alfonso Pinto, Teodoro Palacios y Felipe Canales. A lo largo de cuatro años, realizaron el estudio y las exploraciones de 54 cavidades subterráneas en el Karst de Riotuerto. Publicado en el Boletín Cántabro de Espeleología Nº 12, los trabajos realizados en el karst de Riotuerto.
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A partir de 1980 y en los años siguientes, conociéndose ya el potencial espeleológico y paleontológico del Valle se inician desde la S.E.S.S., nuevas campañas en Miera, sobre todo en la zona Norte del municipio: Yagos, Mortesante, Peña Gacerral, Puente Nuevo y Mirones. En estas campañas se localizaran y estudiaran los principales sistemas conocidos hasta hoy en el Valle. Paralela e independiente, varios antiguos miembros de la Sección de Espeleología Sautuola, ya desvinculados de la sociedad, centrados en torno al antiguo Presidente de S.E.S.S., Alfonso Pinto y firmantes como colectivo(P.U.S.C.I.A.T.I.C.A.), desde Riotuerto se adentran en la zona de Miera por Recubillo y localizando varias pequeñas cavidades, alguna de ellas con interés arqueológico.


Un inicial acuerdo de colaboración del grupo G.E.Y.M.A., de Astillero para trabajar en la zona de Miera, previamente habían prospectado en Valdicio, en el flanco oriental del Rio Miera. No llego a materializar ninguna aportación digna de ser comentada; este colectivo sesgo su carácter mixto espeleológico y montañero y se polarizo en exclusiva hacia esta última de las facetas.
1981 Campaña espeleológica desarrollada por S.E.S., del Centre Excursionista de Valencia durante la segunda quincena de agosto del presente año en la demarcación de Calseca, perteneciente al término municipal de Ruesga. En la misma participaron J.V. Estivalis Moya, J. Fernández Peris, P. Garay Martin, S. Giménez Pellicer, P. Ibáñez Sebastián, J. Jornet Ros, R Muñoz Soria, J.J. Palmero Dacruz, A. Pérez Sisternas y R. Pérez Grau. El sector en cuestión se ubica en la vertiente occidental del Macizo de Porracolina, cuenca hidrológica del Rio Miera. Limitado por el N con los términos del Miera y Arredondo, por el E con el de Arredondo, por el S con Valdicio y por el W con San Roque de Riomiera, ocupando una superficie aproximada de unos 9 Kilómetros cuadrados. La altitud varía de 1.408 m (vértice del Porracolina) a unos 330 m. s.n.m. del Rio Miera. La aproximación se realiza desde San Roque de Riomiera siguiendo una pista que parte a unos 0,5 km. De esta población por la carretera hacia Miera. A 1 km, aproximadamente hay que desviarse por un camino de herradura adoquinado (Callejo) ya que la pista continua hasta Valdicio.

Entre 1980 y 1984 la Sección de Espeleología Ingenieros Industriales de Madrid realiza prospecciones colaborando con la S.E.S.S., del Museo de Prehistoria. De estas campañas solo conocemos algunas colaboraciones directas en Los Hoyos Hondos y en la Zona del Puente Nuevo, así como las memorias de los trabajos de 1981, en los que se sitúan 27 cavidades sobre cartografía 1:5000, todas ellas de escasa entidad, simas de -40 metros y escasas y reducidas cuevas, aunque se describen un total de 38. Es de suponer que entre 1981 y 1984 avanzasen en prospecciones de superficie, pero desconocemos hasta que punto por no haberse publicado los trabajos de campo y romperse la trayectoria de colaboración reciproca.


En 1983, en un pequeño sondeo en el macizo de Peña Herrera, la Sociedad Espeleológica Valenciana nos notifica el hallazgo de cinco simas en las estribaciones de las Enguinzas, todas mal situadas por carecer la S.E.V.
M
S.E.V., con la campaña Miera-84, hemos pretendido proseguir las exploraciones espeleológicas en la demarcación territorial de Calseca, iniciadas en 1980 e interrumpidas el pasado año. El sector elegido este año presenta una morfología Karstica mas acusada que la restante demarcación de Calseca. La profusión de dolinas y un espectacular lapiaz han permitido localizar gran numero de cavidades, de las que se han sido estudiadas 32, cuyos resultados se recojen en la publicaion Lapiaz 8.


En 1984 se realizan algunas salidas conjuntas de la S.E.S.S., y miembros del C.A.E.A.P., para revisar las cavidades ya conocidas y buscar nuevos hallazgos para completar el conocimiento arqueológico del municipio e incluirlo en la Carta Arqueológica de Cantabria. Se reconoce el interés de viejos hallazgos y se realizan nuevos descubrimientos arqueológicos.

A finales de Noviembre de 1984 llego una informacion del ayuntamineto de Selaya al Museo de Prehistoria de Santander sobre el descubrimiento de un "importante yacimiento paleontologico" llevado a cabo por varios jovenes de Selaya, y cuyos restos de un Oso Pardo, estaban siendo dispersados. Inmediatamente el Director del Museo nos indico la situacion planteada, y el mismo dia los mienbros de la S.E.S.S., Virgilio Fernandez, Jose Ramon Alvarez, Alberto Puertas, Rafael Rodriguez y Carmen Martinez, salimos hacia la cueva con el fin de realizar un estudio preliminar, comprobar el interes del asentamiento y, si fuese nercesario,plantear las medidas adecuadas para su proteccion y la seguridad de las personas que en grupos mas o menos numerosos acudian desde el pueblo de Selaya a la Cueva-Sima del Caracol.
Acompañados por los descubridores y casi por una docena de vecinos mas, curiosos por saber de la importancia del descubrimineto, ya destacado en la prensa local a raiz de una datacion antiquisima y la clasificacion como Ursus Spelaeus que le atribuyo un profesor escolapio del Valle, subimos los dificiles kilometros de la carretera, en construccion, que une San Roque de Riomiera con el Valle de Carriedo, llegando al Collado del Mojon, en cuyo flanco sur se eleva el monticulo del Caracol, asi llamado por estar inter ceptada su forma casi conica por estratos limpios de calizas paralelos entre si y asemejar la forma de este animal.



1985, el grupo S.A.E.C., formado por ex-miembros de la S.E.S.S. En estos años amplían los estudios en las cavidades de Merilla, La Concha, Portillo de Lunada, Valdicio y inmediatas a Miera y se consiguen unir en dos sistemas. Covallarco-Cobijon y Meandros-Bloque, las que antes eran consideradas cuatro cavidades independientes.

Con la disolución final de la Sección de Espeleología Sautuola por decisión de la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria se truncan definitivamente sus tradicionales exploraciones, su convivencia con los vecinos, la preparación de los datos y la publicación de los trabajos de campo de Miera, en 1988.

S.C.G.,Campaña de Semana Santa de 1988, durante nuestra estancia nos desplazamos a la sub-zona de Canal del Haya pudiendo explorar, dentro de lo que la niebla nos permitió, las siguientes cavidades (CL 60,61,91 y 101.).



El G.E. RANA, durante el año 1989 se ha iniciado el trabajo de exploración de diversas cavidades en las zonas asignadas de San Roque de Riomiera y Vega de Pas. Se han localizado y explorado una cavidad en el termino municipal de Vega de Pas, con unas galerías fosiles y un desarrollo activo de unos dos kilómetros, cuya topografía no se ha completado.

Abreviaturas
C.A.E.A.P; Colectivo para la ampliación de estudios de Arqueología y Prehistoria (Maliaño, Cantabria).
G.E.P.U.S.C.I.A.T.I.C.A; Grupo Espeleológico Perduraremos un siglo. Confederación de inválidos A acostumbrados a tropezar insistentemente en cavernas abruptas(Santander)
G.E.S.C.A.T; Grupo Espeleológico Santander del Club Alpino Tajahierro(Santander)
G.J.E; Grupo Juvenil de Espeleología(Santander)
G.E. RANA; Grupo Espeleologico Rana(Santander)
G.E.Y.M.A ; Grupo de Espeleología y Montaña de Astillero (Cantabria)
O.J.E.; Organizacion Juvenil Española
S.A.E.C; Sociedad de Actividades Espeleológicas de Cantabria(Santander)
S.C.G ; Espeleo Club de Gracia(Barcelona)
S.E.I.I; Sección de Espeleología Ingenieros Industriales(Madrid)
S.E.S.S; Sección de Espeleología del Seminario Sautuola(Santander)
S.E.S.C.E.V; Sección de Exploraciones Subterráneas del Centro Excursionista de Valencia
S.E.V ; Societa Espeleológica de Valencia

Referencias
1.-Boletin Cantabro de Espeleologia 8
Federacion Cantabra de Espeleologia
1987.

2.-El Karst de Rio Miera(BCE 10)
Federacion Cantabra de Espeleologia
1994